jueves, 24 de abril de 2008

Meditación sobre la Pascua

Quest/CLF, abril de 2008
Trad (Fco. J. Lagunes Gaitán)


Desert

"Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal....La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo."Éxodo 12:7,13

Pensaron que estarían seguros
aquella noche de primavera; al pintarrajear
los marcos de sus puertas con sangre sacrificial.
Para estar seguros de que el ángel de la muerte
los pasara de largo, ¿pero para qué?
Cuarenta años en el desierto
sin un hogar, sin un lecho,
obedeciendo leyes nuevas en una tierra desconocida.
Más fácil habría sido morir en Egipto,
o haberse quedado como esclavos, fingiendo
que habría seguridad en lo familiar y conocido.

Pero la promesa, de aquellos primeros días
desnudos fuera del jardín,
es que no hay seguridad,
tan solo la terrible bendición
de la jornada. Naciste
por un umbral marcado con sangre.
Hemos sido, todos, pasados de largo,
rozados de noche por alas terribles.

Pide la fiera presencia,
cuya imaginación sostienes.
Dios no prometió que viviríamos,
sino que podríamos, al fin, vislumbrar las estrellas,
brillantes en el cielo del desierto.


Por la Revda. Lynn Ungar, Ministra de Aprendizaje a lo Largo de la Vida, Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF), publicado por la editorial Skinner House en 2002 como parte del libro What We Share: Collected Meditations Vol. 2. Disponible en la librería de la UUA (800-215-9076) o en la biblioteca de la CLF (617-948-6150).


Versión MP3 en inglés


miércoles, 23 de abril de 2008

Las preguntas de la Pascua

Quest/CLF, abril de 2008
Trad (Fco. J. Lagunes Gaitán)

Lynn UngarPor Lynn Ungar, Ministra de Aprendizaje a lo Largo de la Vida, Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF)

Hay mucho por valorar y reconocer en la celebración de la Pascua judía (o Pesaj). Tiene todo lo que podría esperarse de una festividad —comida, familia, ritual, historias, cantos, e incluso una búsqueda de un tesoro con un premio. ¿Qué más podría alguien desear? Bueno, hay todavía algo más que, como unitaria universalista, realmente valoro positivamente. La celebración de la Pascua requiere hacer preguntas. A los niños se les anima a hacer preguntas sobre el relato y el ritual y por qué las cosas son como son. De hecho, hay una parte de la Seder (la cena ritual) en la que se espera que el niño más pequeño haga ciertas preguntas. El pequeño pregunta: "¿Por qué es diferente esta noche de todas las otras noches?" y luego hace otras 4 preguntas sobre las cosas que se hacen en la Seder de Pesaj.

"¿Por qué todas las otras noches del año comemos pan o matzá (pan ácimo sin levadura), pero en esta noche sólo comemos matzá?"

"¿Por qué todas las otras noches comemos toda clase de hierbas, pero en esta noche sólo comemos hierbas amargas?"

"¿Por qué todas las noches no necesitamos remojar nuestras verduras ni siquiera una vez, ¡y en esta noche lo hacemos dos veces!?", y

"¿Por qué es que todas las otras noches comemos sentados erguidos o reclinados, ¡mientras que esta noche todos nos reclinamos (sobre una almohada)!?"

La respuesta a cada pregunta describe pasajes del relato de la Pascua judía y del significado simbólico de cada uno de estos hechos en relación con la celebración de la festividad de la Pascua. Las primeras dos preguntas y sus respuestas simbolizan y nos recuerdan los sufrimientos durante la esclavitud, y las últimas dos preguntas y sus respuestas simbolizan y nos recuerdan la gloria de la libertad.

¿Cuáles son las respuestas a estas 4 preguntas?

Helas aquí:

Respuesta a la primera pregunta: Sólo comemos matzá porque nuestros antepasados no pudieron esperar a que se esponjase su pan en su huida de la esclavitud en Egipto, así que sacaron su pan de los hornos cuando todavía estaba plano, con lo que produjeron matzá, una clase de galleta plana crujiente.

Respuesta a la segunda pregunta: Sólo comemos hierbas amargas (generalmente rábano picante o rusticano), para recordarnos la amargura de la esclavitud que nuestros antepasados soportaron en Egipto.

Respuesta a la tercera pregunta: Los remojamos dos veces: (1) las verduras en agua salada (2) las hierbas amargas en haroset, una mezcla dulce de nueces y vino. El primer remojo, de las verduras en agua salada, significa que reemplazamos las lágrimas por la gratitud, y el segundo remojo, de las hierbas amargas en haroset, significa que endulzamos la amargura y el sufrimiento para disminuir el dolor.

Respuesta a la cuarta pregunta: Nos reclinamos en la mesa del Seder debido a que en los tiempos antiguos quienes se reclinaban para comer eran solamente las personas libres, y así nos reclinamos en nuestras sillas a la mesa del Seder de Pesaj para recordarnos la gloria de la libertad.

Las preguntas, y sus respuestas, resumen las partes más importantes de la historia de cómo el pueblo hebreo fue esclavo en Egipto y de cómo escapó de la esclavitud para convertirse en un pueblo libre —con lo que se marcó el principio de los judíos como un grupo religioso particular.

Las preguntas recuerdan a los niños algunas partes significativas de por qué la Seder de Pesaj es como es, pero lo que es más importante, les recuerdan a todos los reunidos a la mesa que las preguntas son una parte importante del entendimiento religioso. Los niños necesitan hacer preguntas para aprender sobre su herencia religiosa. Pero los adultos también necesitan hacer preguntas, para entender sus prácticas religiosas de formas nuevas y más profundas.

TalmudLos escritos antiguos de la Biblia Hebrea, que alguna gente llama el 'Antiguo Testamento', son el centro de la religión judía. Pero también lo es el conjunto de escritos llamados El Talmud. Se trata de escritos algo más recientes (aunque también bastante antiguos) que resume los debates, discusiones y sabiduría de grandes rabinos —líderes religiosos judíos. Así que el comentario de los libros sagrados —todas las preguntas y respuestas, y las diferentes preguntas y debates sobre las diferentes respuestas a las diferentes preguntas— también son parte de los libros sagrados. La religión judía, como el unitarismo universalista, espera que la gente mire su historia, a las palabras de los grandes maestros, y aprenda de ellos. Y, como los UU, el judaísmo espera que la gente siga haciendo preguntas y respondiéndolas, debatiendo y tratando de entender las enseñanzas religiosas del pasado de manera más personal y profunda. De esta manera es que el amor por las preguntas está incluido en la forma misma del Seder de Pesaj, junto con las bendiciones en hebreo y la sopa de bolas de matzá (que en realidad no es una parte indispensable del ritual como sí lo son las preguntas, pero que sin embargo yo tampoco querría perderme, al menos no de la manera en que la hacía mi padre). Como lo dije antes: tiene todo lo que uno podría desear en una festividad.

Nota: La mayor parte de este número de Quest trata sobre la Asamblea General (GA) de la Asociación Unitaria Universalista de Congregaciones (UUA). Para los niños que quieran aprender más de la GA y sobre las resoluciones actualmente en proceso pueden consultar la sección para niños de enero: January 08 issue of KidTalk.


Versión MP3 en inglés


martes, 15 de abril de 2008

El resguardo de un árbol

Quest/CLF, abril de 2008
Trad (Fco. J. Lagunes Gaitán)



CLF Members and FriendsHomilía dada en el servicio de adoración anual de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF), en la Asamblea General (GA) de la Asociación Unitaria Universalista (UUA), en Portland, Oregon, en 2007, por la Revda. Jane Rzepka, Ministra Principal de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF).

"I'll shake these bones and shout and sing my life away" (versión en MP3 de la canción en inglés)* ("Sacudiré estos huesos y expresaré mi vida a gritos y cantos"). Suena mucho mejor cantada a la manera en que la escuchamos recién. Y bien, supongo que habría una forma de tocarla —sacudir estos huesos y expresar la vida a gritos y a canto vivo todo el día. Pese a esta clase de sonidos tan libres felices y atractivos, y aunque en general me gustaría mover más mis huesos-sacudirlos-gritar-en dirección libre, he de decirles la verdad. Me atraen más un par de diferentes líneas de la canción. Estas son las líneas: "Escucho canciones y melodías pero cuando están fuera de quicio/ Escucharé la paz más dulce de cuantas quedan".

La paz más dulce. Cuando encontramos una tregua en la acción, cuando las canciones y melodías de la vida se atenúan hasta silenciarse finalmente, cuán satisfactorio es conocer la paz más dulce. Eso es en gran parte lo que supone que la religión ha de hacer por nosotros, para lo que es la espiritualidad. Eso es lo que permanece con nosotros dondequiera que estemos, a dondequiera que vayamos, en el templo del corazón del que nos acaba de hablar Patrick. La paz más dulce.

¿La paz más dulce? ¡Estamos en un centro de convenciones! ¡Estamos en una Asamblea General (GA)! Nos la hemos pasado sacudiendo nuestros huesos, de una u otra forma, durante todo el dichoso día durante varios días. No tan pacíficamente. ¡Apurados! Llegar desde el salón de baile de Portland hacia la Sala C123-124 del Centro de Convenciones de Oregon —lo bueno es que ya están aquí y seguro podrán engullir apresuradamente algún alimento y llegar a la plenaria (todavía queda una) a la 1:30 y, si esta cosa no se prolonga demasiado, ¡¿Podrías llegar a lo de Powell, recoger un estandarte y llegar al puesto de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF) para ver si ya están etiquetados los souvenires?! No es realmente tan pacífico. Ni tan espiritual. La GA no es siempre el medio más propicio para lograr ponerse en contacto con ese lugar tranquilo y amoroso llamado el templo del corazón. Y aun así, aun así, ¿que decimos de la CLF? Decimos "La Iglesia de la Fraternidad Mayor —tu iglesia en casa, dondequiera que estés".

Como probablemente hayan notado ya, hay un viejo abeto Douglas que yace de manera extraña frente al centro de convenciones —en una longitud de unos 25 metros, con un abeto Douglas de US$65,000 dólares, con cedro occidental, abeto oriental, y pequeños abetos Douglas que crecen sobre él. Una ocasión para una pausa. Un árbol desplomado en medio del concreto y el acero de un centro de convenciones, no es cualquier cosa en donde yo vivo, y probablemente tampoco donde tú vives.

La imagen “http://www.artsjournal.com/aestheticgrounds/Dion%20Simpson%20Nurse%20Log.JPG” no puede mostrarse, porque contiene errores.

Desde luego, el sentido de una instalación artística reside en el ojo de quien la contempla, y el abeto Douglas de Buster Simpson no es la excepción. Pero sabemos que de lo que trata no es de conducirnos hacia la valla luminosa, ni hacia la zona de alimentos, ni al salón de plenarias, sino hacia un lugar del espíritu. Durante la lectura antífona de hoy, al citar unas palabras del poeta, pensador, conservacionista y granjero Wendell Berry, de su libro A Timbered Choir: The Sabbath Poems (Un coro de maderas: Los poemas del sabbat), dijimos, "Voy entre los árboles y me siento tranquilo"..."Mis tareas yacen en sus lugares/ donde las dejé, dormidas como ganado". "Todos mis principios se silencian/ alrededor mío cómo círculos en el agua". Al pararse frente a este monumento público en una ciudad grande, no estamos entre árboles para nada, pero se nos ha ofrecido una invitación a estar entre ellos en cualquier caso, que nos recuerda que donde sea que estemos, podemos acceder a la religión, a la paz, al templo del corazón que hemos traído con nosotros mismos. Podemos regresar hasta el hogar de nuestra alma, sin importar ni el concreto, ni las luces del tráfico.

Desde luego, aquí en Portland vincularse con los árboles resulta más fácil. Los responsables de turismo local están prontos a destacar el Parque Forest, "un terreno boscoso denso e intacto, el mayor parque boscoso urbano en los Estados Unidos de América". Desde luego, ha sido tocado —durante miles de años por los pueblos nativos aquí en el Valle Willamette quemaban el suelo del valle al final de cada verano, para eliminar lo que les parecía la amenaza del bosque y así poder sembrar sus alimentos.

Pero para la época en que el ministro unitario Thomas Lamb Eliot llegó, en 1867, el terreno era boscoso y la Ciudad de Portland vivía un crecimiento explosivo. A Eliot no le satisfacía el paisaje urbano de Portland —era insensible, pensaba, comercial, no era un centro moral. La respuesta, según creía, era incorporar la belleza agreste y la grandeza del bosque cercano en la ciudad misma. Pensó que la salud, la moralidad, y la inteligencia de la gente de Portland dependían de la existencia del bosque. Su propuesta no parecía sustentar un caso persuasivo, pero al final, la obstinación de nuestro Revdo. Eliot se tradujo en lo que ahora es el Forest Park. Es como lo que escuhcamos en el himno que cantamos hoy: "Lentamente, despacio regresan/ Al pequeño bosque residual:/ Árboles grandiosos, extendidos y brillantes,/ Apóstoles de la luz viviente". [Wendell Berry, Arboles Grandiosos]

La naturaleza no es una piedra de toque espiritual importante en todas las prácticas religiosas, Pero lo fue para el Revdo. Thomas Lamb Eliot aquí en Portland, y lo es para la mayoría de los unitarios universalistas, dondequiera que nos encontremos. Lo que nos trae de vuelta a la cuestión de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF) en cuanto a cómo llevar nuestra religión con nosotros cuando el templo es un recuerdo lejano y el abeto Douglas resulta demasiado grande como para llevarlo con nosotros, ni siquiera en una caja a la medida. Una vez que desembarcamos aquí, en Portland, o que aterrizamos, o que entumecidos nos bajamos del asiento del conductor de un automóvil, ¿de qué manera regresamos a nuestros mejores y más sustentados YO? Podemos tener un hogar espiritual geográfico, pero por el momento, no estamos allí. Estamos en Portland.

Recordé que el Revdo. Patrick O’Neill nos contó aquí una vez una historia del libro del antropólogo Loren Eiseley, The Night Country (El país de la noche), así que lo busqué. Al parecer érase que se era un niñito —Loren Eiseley mismo— con una palita y una cubeta de juguete en la mano, amorosamente plantó un chopo de Virginia sembrándolo con su papá. Era una escena clásica: un pueblito en Nebraska, una casa con valla blanca, y ahí en el patio, un padre y un hijo, que excavaban un hoyo juntos, un hoyo pera un árbol que les ofreciera resguardo en un futuro lejano. Lo que sucedió fue que su permanencia en esa casa fue breve, pero el recuerdo de este árbol no abandonó a Eiseley, sino que volvió a él una y otra vez, se convirtió en uno de esos recuerdos profundos y vivificantes que, en el transcurso de su vida, le proporcionaron una reserva de fortaleza espiritual y paz cuantas veces la necesitó.

Cuando Eiseley se aproximaba al final de su vida, sintió la necesidad de visitar de nuevo el árbol. Así que viajó más de 3 mil 200 kilómetros hasta el lugar en el que todavía estaba su antigua casa familiar con la valla blanca. Y ahí, ahí, en el punto exacto en el que habían plantado el chopo de Virginia hacía tantos años, estaba…nada en absoluto. Nada. Resultó finalmente que el árbol nunca echó raíces. Durante 60 años, Eiseley resguardó la ubicación de un árbol inexistente. Por 60 años, Eiseley supo cómo regresar al hogar de su alma solamente a través de la espiritualidad que llevaba consigo mismo.

Esa es también nuestra tarea. Llamémosla un templo del corazón. Llamémosla el resguardo de un árbol imaginario. Pero sepamos esto: cuando el templo sea destruido y nos encontremos errabundos, cuando el árbol del que habría de depender tu vida nunca echó raíces, cuando has estado viviendo prendido a una maleta por varios días seguidos, la abundancia de nuestra religión siempre está a la mano. ¡La abundancia de nuestra religión! La paz más dulce. Siempre con nosotros. Tu iglesia en casa, dondequiera que estés.

















* SHAKE THESE BONES
Sacude estos huesos
Por Malcolm Dalglish

I’ll show you how I’m feeling, Lord, any day
I’ll shake these bones and shout and sing my life away,
I’ll shake these bones and shout and sing my life away,
It won’t be long before these bones turn to clay.

Te mostraré cómo me siento, Señor, cualquier día
Sacudiré estos huesos y expresaré mi vida a gritos y cantos,
Sacudiré estos huesos y expresaré mi vida a gritos y cantos,
No tardará mucho antes que estos huesos se conviertan en barro.

I’ll tell you what I’m thinking, Lord, anytime,
I’ll tell you lies, I’ll tell you dreams, you won’t mind,
I’ll tell you lies, I’ll tell you dreams,
I know that you won’t mind,
There’s something there that’s out of reach, I will find.

Te diré lo que pienso, Señor, en cualquier momento,
Te diré mentiras, te contaré sueños, no te importará,
Te diré mentiras, te contaré sueños,
Sé que no te importará
Hay algo allá fuera de alcance, lo encontraré

I’ll tell you what I’m seeing, Lord, everywhere,
It may be only a small part of what is there,
It may be only a small part of what is really there,
But I’ll stumble like the blind man, Lord, without fear.

Te diré lo que veo, Señor, en todas partes,
Quizá sea sólo una pequeña parte de lo que hay allá,
Quizá sea sólo una pequeña parte de lo que realmente hay allá,
Pero tropezaré como un ciego, Señor, sin temor.

I’ll tell you what I’m hearing, Lord, all the time,
I’m hearing songs and melodies in my mind,
I’m hearing songs and melodies but when they’re out of mind,
I’ll hear the sweetest peace of all left behind.

Te diré lo que escucho, Señor, todo el tiempo,
Escucho canciones y melodías en mi mente,
Escucho canciones y melodías pero cuando están fuera de quicio,
Escucharé la paz más dulce de cuantas quedan

I’ll show you how I’m living, Lord, every day,
I may not fall down on my knees and start to pray,
I may not fall down on my knees and worship you or pray,
But there’s the reverence in my laughter, Lord, anyway.

Te mostraré cómo vivo, Señor, cada día,
Puede que no caiga de rodillas y empiece a orar,
Puede que no caiga de rodillas para adorarte u orar,
Pero hay reverencia en mi risa, Señor, de todas formas.


Versión MP3 en inglés del sermón

lunes, 7 de abril de 2008

Un templo del corazón

Quest/CLF, abril de 2008

Trad (Fco. J. Lagunes Gaitán)

Patrick T. O'NeillHomilía dada en el servicio de adoración anual de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF), en la Asamblea General (GA) de la Asociación Unitaria Universalista (UUA), en Portland, Oregon, en 2007, por el Revdo. Dr. Patrick T. O'Neal, Ministro Principal de la Primera Sociedad Congregacional Unitaria en Brooklyn, Nueva York

Para muchos unitarios universalistas que asisten a la Asamblea General (GA) de nuestra denominación religiosa, ésta se trata de uno de los momentos notables del año. Con periodicidad anual, se reúnen en la GA delegados de todos los EUA y participantes de todo el mundo para participar en talleres, servicios de adoración y en sesiones plenarias para todo el grupo de miles de personas, allí se ofrecen informes sobre la situación de varios aspectos de nuestra asociación. Estas sesiones plenarias también incluyen la oportunidad de que los delegados discutan y debatan sobre los Asuntos para Estudio/Acción (de justicia social), con las que las congregaciones UU se involucran en el aprendizaje y participan activamente en diversas cuestiones sociales, y las Acciones de Testimonio Inmediato, en las que el cuerpo de delegados toma una posición sobre asuntos sociales relevantes propuestos por los delegados asistentes a esa GA. La GA de 2007 incluyó también un proceso experimental llamado Open Space Technology, diseñado para ofrecer a todos los participantes de la GA una manera de compartir sus preocupaciones sobre nuestra vida como parte de la comunidad unitaria.

Este mes, con la esperanza de inspirarte a asistir a la GA de junio en Fort Lauderdale, Florida, nos gustaría compartir contigo algunos sermones dados en el servicio de adoración de la CLF en la GA, así como algunas reflexiones de los delegados de la CLF y de la Iglesia de la Fraternidad Juvenil (CYF) sobre sus experiencias en la anterior GA. Puedes encontrar mayor información sobre la GA 2008 en el sitio: UUA.org. Si piensas asistir y ya integras la CLF ponte en contacto con Lorraine sobre la posibilidad de ser uno de los delegados de la CLF.


Realmente es una idea muy hermosa cuando piensas en ella, la CLF. Una iglesia sin muros. Una congregación que no está delimitada por la geografía. Imagínate nomás, ¡una iglesia sin Edificio y sin Comité de Mantenimiento y Mejora de las Instalaciones! ¿Por qué? ¡Es el sueño de todo ministro! Desde luego, ¡la mala noticia es que tampoco tenemos ingresos por renta de nuestras instalaciones para ayudarnos a equilibrar nuestro presupuesto!

Por otra parte, tampoco tenemos ningún techo lleno de goteras que debamos reemplazar.

Es una idea genial. Esta noción de que una congregación puede verdaderamente serlo: un grupo de "gente convocada", con un vínculo y una relación mutua, incluso desde lejos, por medio de un compromiso compartido para mantener el amor común por lo Bueno, lo Verdadero, y lo Bello, como se expresa en nuestra herencia unitaria universalista. Esta noción radical de que dondequiera que vivamos, a donde sea que vayamos, llevamos esta congregación con nosotros en nuestros corazones, por medio de cómo elegimos vivir en el mundo, por medio de los valores que elegimos representar y asumir como guías.

Teológica e históricamente, sabemos que la idea tiene precedentes importantes —que se remontan a hace algunos milenios, en realidad. En la historia judía, las leyendas del Talmud cuentan el relato de cómo se estableció el sitio del gran Templo de Jerusalén.

"En un tiempo anterior al tiempo", cuenta el relato, "cuando el mundo era joven, dos hermanos compartían un campo y un molino, cada noche se dividían en partes iguales el grano que habían recogido juntos. Uno de los hermanos vivía solo, el otro tenía una familia grande. Un día el hermano solo pensó para sí mismo, 'Realmente no es justo que dividamos el grano en partes iguales. Yo no debo ver sino por mí, pero mi hermano tiene hijos que alimentar'. Así que cada noche llevaba en secreto algo de su grano al granero de su hermano.

Pero el hermano casado se dijo un día, 'Realmente no es justo que dividamos el grano en partes iguales —puesto que yo tengo hijos que verán por mí en mi vejez, y mi hermano no tiene ninguno'. Así que comenzó cada noche a llevar algo de su grano al granero de su hermano.

Entonces, una noche, ambos se encontraron a medio camino entre sus casas. Repentinamente se dieron cuenta de lo que había estado sucediendo y se abrazaron amorosamente. La leyenda dice que Dios fue testigo de su reunión y dijo, 'Este es un lugar santo, y aquí es donde mi Templo ha de construirse'. Y así fue que se construyó el primer Templo de Jerusalén. Pues Dios sabe dónde se encuentran los seres humanos y se descubren amorosamente".

La implicación de la leyenda es clara, no importa la teología: el amor es el único fundamento seguro sobre el que cualquier templo merecedor de ese nombre debe construirse. Ningún otro fundamento es suficientemente fuerte para sostener una casa de fe.

El gran Templo de Salomón en Jerusalén fue literalmente el centro de la fe y la cultura para el floreciente pueblo judío. Contenía en su Sancta Sanctorum ('lugar santísimo') el Arca de la Alianza, el símbolo central de la alianza de YHVH. Ese templo físico fue el centro indispensable de Jerusalén.

Nosotros los modernos que vivimos a más de 2 milenios de distancia de esa época, apenas podemos imaginar lo que pudo haber significado para el pueblo judío la destrucción del gran Templo de Salomón por las tropas caldeas (586 AEC), y muchos judíos fueron conducidos cautivos a un largo exilio en Babilonia.

Hasta el momento de esa devastadora experiencia, la predicación de la religión judía dependía físicamente del gran templo que era literalmente su más egregio altar. Con la destrucción de su templo, el judaísmo mismo habría perecido como religión, con la excepción de una grandiosa noción religiosa que los judíos nunca olvidaron luego de esa experiencia. Aprendieron cómo llevar su gran templo con ellos en sus corazones.

Merced a este aprendizaje, la fe judía sobrevivió a la cautividad en Babilonia. Sobrevivió para reconstruir físicamente el Templo en Jerusalén. Y con la destrucción del Templo siglos después por las tropas romanas, la fe judía sobrevivió de nuevo en los corazones de su pueblo (70 EC). Y ha sobrevivido a la Gran Diáspora otros 2 mil años más allá. Sobrevivió a siglos de persecución, incluso de genocidio, y ante cada forma de destrucción que el pueblo encontró en su camino, porque, verás, el Templo llevado en el corazón —la fe construida sobre el seguro fundamento del amor— no está sujeta a la cautividad y a la destrucción, ni por todos los ejércitos de la tierra.

Se me ocurre que los miembros de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF), han compartido este mismo entendimiento del Templo del Corazón desde su fundación, y este es su secreto. Si los unitarios universalistas en general son los "constructores libres" en el campo de la religión organizada, entonces la congregación de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF), seguramente será "la más libre". ¡Ustedes ni siquiera tiene una sede física! Ustedes se encuentran desde Pennsauken, Nueva Jersey, hasta Pago Pago en la Samoa Americana. Ya eran una congregación 'virtual' antes de que se inventara la palabra. Y lo han sido bellamente por muchos años. A través de sus publicaciones, sus contactos en línea, sus ministros y educadores religiosos, su apoyo anual, su generosidad, y su visión y su alcance, han llevado individual y comunitariamente esta lucecita del unitarismo hacia los lugares más lejanos y aislados de nuestro país, nuestra cultura y del mundo entero.

Esto no significa que su inusual forma de congregarse una vez al año en la festividad trashumante de la GA no tenga su dificultad. Aquellos de nosotros lo suficientemente afortunados para vivir cerca y asistir regularmente a una congregación UU local pueden recordar fácilmente a los recién llegados, como lo hago yo cada semana, que "si han asistido por un cierto tiempo y se sienten espiritualmente como en su casa en este lugar, están invitados a hacer oficial aquí su membresía". Bueno, permítanme extender la misma invitación de bienvenida a todos ustedes y a sus familiares y amigos dispersos a los cuatro vientos, quienes puede que no tengan la oportunidad de escuchar esta invitación frecuentemente.

Si has estado en la lista de envíos de correo electrónico de la CLF por cierto tiempo, si visitas regularmente el sitio web de la CLF, si esperas con interés cada mes la publicación del siguiente número de la revista Quest con sus sermones invitados, sus ensayos sobre filosofía UU, las joyitas que encontramos en las breves columnas de la ministra Jane Rzepka, o en las lecciones de educación religiosa de la ministra Lynn Ungar —si te encuentras espiritual e intelectualmente "en casa" aquí en estas ideas unitarias universalistas, en casa aquí con esta fe expansiva, en casa aquí con estos camaradas y compañeros de peregrinaje— si sientes que tu corazón está "en casa" aquí en estos Principios y Propósitos —si nunca imaginaste que encontrarías una congregación acorde al Templo que siempre has llevado en tu corazón— bueno, ¡bienvenid@ seas! Recuerda lo que el poeta Robert Frost (1864-1963) dijo sobre el hogar —que es el lugar en el que, cuando debes ir ahí, han de acogerte. ¡Benvenid@ al hogar de la Iglesia de la Fraternidad Mayor (CLF)!

¡Qué idea tan genial! ¡Muy bien por la CLF! ¡Sigue resplandeciendo, haces que nos enorgullezcamos de ser UU de corazón!

Versión MP3 en inglés



Reflexión de Maya Angelou


Anhelo, como todo ser humano, sentirme en casa
dondequiera que me encuentre.

Maya Angelou